sábado, 8 de marzo de 2008

memorias caducas.

1

tenía yo alrededor de veinte años, disfrutando en la escuela de todas las clases a las que no asistía, siempre en alguna fiesta, siempre tomando y fumando, siempre intentando ligar con alguna extraña, casi nunca bien recibido, casi nunca, pero llegué a tener suerte.

renata se llamaba la "afortunada" de la noche. linda plática, más lindo escote, más lindos senos. hablaba y hablaba de algo que no recuerdo, yo le respondía exitado más por sus tetas que por sus palabras (únicamente por sus tetas, nada por sus palabras). en algún momento nos caímos bien, yo a ella más de lo que ella a mí. en algún momento intercambiamos números, y yo no me equivoqué.

me invitó a ver películas a su casa.

estube tomando todo el día. desde que me levanté a medio día (de la peda pasada), comencé con uno directo sin rocas, sin agua mineral. comencé con uno, luego dos, luego tres, luego varios, luego pedo, sólo en casa, padres paseando, alcohol ilimitado, cigarros y cigarros, sólo esperando la hora indicada, las siete y cuarto si no me equivoco, hora de tomar camino y llegar a la cita arreglada. ocho de la noche, llegada.

no está sola, su hermana nos acompaña. no importa, yo las saludo y al parecer no notan mi estado (-bien- pienzo mientras nos acomodamos en el aquel sillón), con un cobertor ensima para evitar el frío, para darnos privacidad.

la película empezó desde hace yá varios minutos, cuenta la historia de henry miller y su esposa, sobre henry miller y su amante, sobre la esposa de henry miller y la amante de henry miller, un triángulo amoroso adorable, aunque no tanto.

la película corre y renata se encuentra a mi lado, su hermana a su lado también.

la película corre y mis manos se aburren, por lo que renata tiene que soportar mis caricias

la película corre mientras renata se exita. unas manos curiosas la exploran bajo el cobertor, llegando a sus pantalones -justo en ése momento recuerdo que jamás la he besado, jamás-, sus pantalones ajustados, su entrepierna me dá la bienvenida, sus pantalones, sus piernas abiertas, mis dedos curiosos, curiosos como siempre...

...

2

fumé un gallo hasta la mitad, necesitava estar conciente de lo que hacía.

comencé a escribir:

estamos solos en una habitación, ella sobre mí, frotando su húmeda cueva entre mis piernas. estamos solos, en una habitación, ella sobre mí, besándome la boca, besándome los ojos (mamándome la verga). estamos sólos, o símplemente no estámos, cogiendo sin cesar...

estamos sólos, o símplemente, no lo estámos...

10 comentarios:

Marilú Repudio dijo...

ahhh... y de donde dices que eres?

yo quiero!

jerónimo dijo...

jaja qué pinche poético, a veces dicen que me paso de lanza, pero es que mis manos son igual de curiosas...

Unknown dijo...

seeeh pura poesia, el estado etilico desencadena las mas sublimes acciones artisticas, cojer mamar, escupir, vomitar, sangrar.. esas cosas

Club Atletico Klandestino dijo...

Y que pedo, la carnalilla se abrio o se abrio?

y@zzz... dijo...

osea...


esto tambien lo escribiste borracho? porque al final no le entendi!

Anónimo dijo...

2 cosas:

1. Que hermoso final.
2. Estoy sola.

Un Vampiro Multipolar dijo...

pues la verdad...
respondiendo atu comentario...
si te gusta el sexo anal tu nick seria:::
atencion maniatico sexual busca sexo anal...
es lo q se me ocurre...

Hacke dijo...

Chidas las memorias, pero y luego ke paso? jaja

saludos

EmiliTus dijo...

De piernas tapadas con cobertores está llena la lujuria.

Salud!

Pinche Vieja dijo...

No mamar!! la amoralidad en todo su esplendor...

Benditos sean los dedos curiosos...